El
libro al que me referiré en este escrito, recoge las exposiciones de
importantes filósofos que desde sus particulares puntos de vista abordaron
cuestiones metodológicas fundamentales sobre la lógica de las ciencias
sociales, los dos principales exponentes fueron Karl R. Popper y Theodor W.
Adorno, quienes fueron invitados al Congreso celebrado en octubre de 1961 en
Tübingen, a iniciativa de la Sociedad Alemana de Sociología.
Cabe
señalar que el libro al que me refiero, es tan solo un extracto de 143 páginas
que recoge las ponencias de Karl R. Popper y Theodor W. Adorno, así como de
Ralf Dahrendorf y Jürgen Habermas, exposiciones que ya habían sido recogidas en
un libro mucho más extenso publicado en 1973, cuyo título es: La disputa del
positivismo en la sociología Alemana, libro de 323 páginas, que recogió también
las exposiciones de Hans Albert y Harald Pilot.
En
su ponencia Popper hace la exposición a través de diversas tesis, entre las que
se mencionan que: nuestra ignorancia es ilimitada y decepcionante; el
gigantesco progreso de las ciencias naturales, nos pone una y otra vez frente a
nuestra ignorancia, –en el campo de las ciencias naturales; el conocimiento no
comienza con percepciones u observación o con la recopilación de datos o de
hechos, sino con problemas –No hay conocimiento sin problemas. –Tampoco hay
problema sin conocimiento; el método de las ciencias sociales al igual que el
de las ciencias naturales, radica en ensayar posibles soluciones para sus
problemas; se proponen y critican soluciones, cuando un ensayo de solución no
resulta accesible a la critica objetiva, se excluirá por su carácter no
científico, sólo provisionalmente; si es accesible a la crítica, intentamos
refutarlo, toda crítica consiste en intentos de refutación; si es refutado,
buscamos otro, si resiste la crítica, lo aceptamos provisionalmente y lo
aceptamos como digno de seguir siendo discutido y criticado; nuestro
conocimiento es solo tentativo, propuestas provisionales de solución; es
erróneo el naturalismo o cientificismo metodológico.
Además
Popper atribuye a las ciencias naturales la función de describir y explicar
hechos y a las ciencias sociales el de hacer valoraciones, sosteniendo que el
método científico puede ser aplicado tanto a las ciencias naturales y a las
ciencias sociales; no existiendo diferencia entre ambas ciencias, argumentando
que es una sola la ciencia.
Adorno
por su parte, rechaza la imposición positivista a la sociología de los métodos
propios de las ciencias naturales. La sociedad no es objeto de la naturaleza,
puesto que es una totalidad que debe estudiarse en su globalidad, siendo
contradictoria en sí misma, racional e irracional al mismo tiempo; el
conocimiento que da la sociedad se hace, no solo para conocerla, sino para
transformarla; toda teoría social, es también practica, lo que nos interesa no
es lo verdadero o falso, sino lo bueno o justo.
Agrega
Adorno que la sociología, no posee un sistema de leyes tan patentes y claras
como las de las ciencias naturales, por lo tanto es inútil pensar en la unidad
del método con respecto a las ciencias sociales y que sirva para remediar las
diferencias entre ambas ciencias.
En
las ciencias naturales se estudian objetos definidos que pueden ser abordados
de forma inmediata, en cambio la sociedad no es un objeto que este ahí, tal
cual para ser estudiado; no es neutral ni es coherente, la sociedad es
contradictoria, racional e irracional. Si no se recurre al método dialectico y
a la separación entre ciencias sociales y ciencias naturales, no serán
percibidas la existencia de multitud de intereses creados que hacen que la
sociedad se configure de determinada forma.
En
lo que hace a Ralf Dahrendorf, expone en el libro diversas anotaciones respecto
de la discusión de Popper y Adorno, acusándolos de que en la discusión se echó
de menos la intensidad que hubiera cabido esperar dadas las diferencias de
concepción existentes, siendo de principio a fin laxa, lo que no facilitó la
participación intensiva en la discusión, dejando en muchos de los participantes
un vivo sentimiento de decepción; la discusión no condujo a la precisión de
posiciones lógico-científicas de tipo general, es decir, a detallados análisis
paradigmáticos de tales o cuales teorías, por ejemplo, a la enérgica
determinación entre teoría y empiria, de construcción, análisis e investigación
factual.