domingo, 18 de mayo de 2014

Popper, Adorno, Dahrendorf, Habermas LA LÓGICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES


El libro al que me referiré en este escrito, recoge las exposiciones de importantes filósofos que desde sus particulares puntos de vista abordaron cuestiones metodológicas fundamentales sobre la lógica de las ciencias sociales, los dos principales exponentes fueron Karl R. Popper y Theodor W. Adorno, quienes fueron invitados al Congreso celebrado en octubre de 1961 en Tübingen, a iniciativa de la Sociedad Alemana de Sociología.

Cabe señalar que el libro al que me refiero, es tan solo un extracto de 143 páginas que recoge las ponencias de Karl R. Popper y Theodor W. Adorno, así como de Ralf Dahrendorf y Jürgen Habermas, exposiciones que ya habían sido recogidas en un libro mucho más extenso publicado en 1973, cuyo título es: La disputa del positivismo en la sociología Alemana, libro de 323 páginas, que recogió también las exposiciones de Hans Albert y Harald Pilot.

En su ponencia Popper hace la exposición a través de diversas tesis, entre las que se mencionan que: nuestra ignorancia es ilimitada y decepcionante; el gigantesco progreso de las ciencias naturales, nos pone una y otra vez frente a nuestra ignorancia, –en el campo de las ciencias naturales; el conocimiento no comienza con percepciones u observación o con la recopilación de datos o de hechos, sino con problemas –No hay conocimiento sin problemas. –Tampoco hay problema sin conocimiento; el método de las ciencias sociales al igual que el de las ciencias naturales, radica en ensayar posibles soluciones para sus problemas; se proponen y critican soluciones, cuando un ensayo de solución no resulta accesible a la critica objetiva, se excluirá por su carácter no científico, sólo provisionalmente; si es accesible a la crítica, intentamos refutarlo, toda crítica consiste en intentos de refutación; si es refutado, buscamos otro, si resiste la crítica, lo aceptamos provisionalmente y lo aceptamos como digno de seguir siendo discutido y criticado; nuestro conocimiento es solo tentativo, propuestas provisionales de solución; es erróneo el naturalismo o cientificismo metodológico.

Además Popper atribuye a las ciencias naturales la función de describir y explicar hechos y a las ciencias sociales el de hacer valoraciones, sosteniendo que el método científico puede ser aplicado tanto a las ciencias naturales y a las ciencias sociales; no existiendo diferencia entre ambas ciencias, argumentando que es una sola la ciencia.   

Adorno por su parte, rechaza la imposición positivista a la sociología de los métodos propios de las ciencias naturales. La sociedad no es objeto de la naturaleza, puesto que es una totalidad que debe estudiarse en su globalidad, siendo contradictoria en sí misma, racional e irracional al mismo tiempo; el conocimiento que da la sociedad se hace, no solo para conocerla, sino para transformarla; toda teoría social, es también practica, lo que nos interesa no es lo verdadero o falso, sino lo bueno o justo.

Agrega Adorno que la sociología, no posee un sistema de leyes tan patentes y claras como las de las ciencias naturales, por lo tanto es inútil pensar en la unidad del método con respecto a las ciencias sociales y que sirva para remediar las diferencias entre ambas ciencias.

En las ciencias naturales se estudian objetos definidos que pueden ser abordados de forma inmediata, en cambio la sociedad no es un objeto que este ahí, tal cual para ser estudiado; no es neutral ni es coherente, la sociedad es contradictoria, racional e irracional. Si no se recurre al método dialectico y a la separación entre ciencias sociales y ciencias naturales, no serán percibidas la existencia de multitud de intereses creados que hacen que la sociedad se configure de determinada forma.

En lo que hace a Ralf Dahrendorf, expone en el libro diversas anotaciones respecto de la discusión de Popper y Adorno, acusándolos de que en la discusión se echó de menos la intensidad que hubiera cabido esperar dadas las diferencias de concepción existentes, siendo de principio a fin laxa, lo que no facilitó la participación intensiva en la discusión, dejando en muchos de los participantes un vivo sentimiento de decepción; la discusión no condujo a la precisión de posiciones lógico-científicas de tipo general, es decir, a detallados análisis paradigmáticos de tales o cuales teorías, por ejemplo, a la enérgica determinación entre teoría y empiria, de construcción, análisis e investigación factual.